La noticia del día es la condena a Cassandra Vera por una serie de tuits en los que hacía burla del atentado a Carrero Blanco. Los más jóvenes quizá hayan tenido que tirar de Wikipedia para saber que Carrero Blanco fue presidente del gobierno de España en la etapa final de la dictadura franquista. La banda terrorista ETA lo asesinó con una bomba que hizo que el coche de Carrero saltara el muro de la residencia de los jesuitas en el barrio Salamanca, en Madrid. 

La tuitera que se mofó del atentado ha sido condenada a un año de prisión y siete de inhabilitación, lo que supone para ella renunciar a su proyecto de ser docente. La polémica está servida, sobre todo en Twitter, la red social donde se vertieron los polémicos chistes. Unos, defendiendo la libertad de expresión, se quejan de una condena judicial por expresar una opinión, por desafortunada que sea. Otros, queriendo defender la memoria de las víctimas, se alegran de la sentencia. Este es un episodio más, que sigue al juicio a los tirititeros de Madrid, la polémica por el autobús de Hazte Oír, y tantos otros, en los que la libertad de expresión colisiona con otros derechos.

No va a dejar de haber personas irrespetuosas; seguiremos escuchando gente expresando ideas que muchos consideremos equivocadas o injustas; humoristas que maldita la gracia que tienen. La cuestión es cómo convivimos con estas realidades que nos plantean retos colectivos. Ciertamente deberíamos aspirar a tener una educación en la que el insulto y el reírse de los demás no tuviera lugar, sin necesidad de jueces o policía que nos amenace.  Y tal vez tendríamos que plantearnos si queremos ser una sociedad que tiene que recurrir al sistema penal para controlar los tuits de millones de personas. También tendríamos que hacer una reflexión sobre el espacio de las redes sociales que últimamente parecen lugares de insulto y confrontación pero que podemos convertir en espacios de encuentro y diálogo. Porque un tuit puede ser muy hiriente, puede incluso costarte una condena, pero puede ser también un mensaje de esperanza que ayude a miles de personas.